Hoy se ha celebrado un Pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Lleida sobre el estado del Centro Histórico, el barrio más abandonado por los diferentes gobernantes de la capital de poniente en las últimas décadas.
Los diferentes grupos municipales de la oposición han presentado sus propuestas para mejorar la condición de vida de los vecinos de este céntrico e importante barrio de Lleida.
La sorpresa ha venido cuando se ha realizado la votación de una de las dos mociones presentadas por el grupo municipal de Ciudadanos, para mejorar la seguridad de este barrio, cuando los dos tránsfugas del consistorio, Angeles Ribes y Jose María Córdoba, antaño defensores de las actuaciones policiales en pro de garantizar la seguridad de las calles, se han alineado con los separatistas, los Comunes y los socialistas y han votado en contra de la moción de Ciudadanos.
La moción recogía un punto básico para un Estado de Derecho, “instar al Ayuntamiento de Lleida a comprometerse de manera activa y decidida en la lucha contra la venta ambulante ilegal de productos falsificados o robados, contra la inmigración irregular, contra la venta de drogas, contra la prostitución y contra los delitos de seguridad ciudadana.
Votaciones contra asegurar la protección de los ciudadanos son habituales entre los Comunes y el PSC y, sobre todo, del separatismo que alienta la violencia entre sus bases. Pero no de quienes fueron elegidos por votos liberales y que, últimamente, defienden postulados de la derecha más conservadora.
