El ayuntamiento de Colau y Collboni perdió el pasado año 30 millones de euros en multas no cobradas, una cifra que según ha denunciado Luz Guilarte (Cs) “se ha dejado de cobrar por dejadez del gobierno municipal” y que “no es admisible”.
Por otra parte, Jaume Collboni (PSC) quiere endurecer la ordenanza de civismo a poco menos de un año de las próximas elecciones municipales, cuando no la han aplicado durante todo este mandato. En una reciente entrevista en TVE 2 afirmó que “en lo que llevamos de año, hemos puesto más sanciones que en todo el 2019” y que aumentaría la sanción por botellones hasta los 1000 euros. En esta línea Colau ha afirmado este mismo jueves en una visita al barrio de Poblenou, uno de los más afectados por los botellones, que impulsará multas de 600€ a las personas que beban en la calle.
Aunque las declaraciones de Collboni y Colau pretender paliar la grave situación de incivismo en la que se encuentra Barcelona, la pérdida de esos 30 millones en multas no cobradas hace que la realidad sea de una permisividad encubierta. No hace mucho que Batlle, Concejal de Seguridad, recomendaba a los barceloneses vivir los botellones “con normalidad”
Esta nueva maniobra del gobierno de Barcelona para tratar de erradicar los botellones choca directamente con los hechos denunciados por el Grupo Municipal de Ciutadans en el consistorio de Barcelona. Para su presidenta, Luz Guilarte, “el mensaje que se transmite es que hay impunidad” independientemente de que la multa sea de 100 o de 1000 euros y que ese dinero que se deja de ingresar supone que se paguen los daños causados “con más impuestos a los barceloneses”.
