En un giro estratégico con implicaciones significativas, el futuro de la investidura de Pedro Sánchez se encuentra entrelazado con una decisión clave: permitir que ERC y Junts puedan formar su propio grupo parlamentario en el Congreso. Esta ambiciosa meta, que no puede ser alcanzada por los partidos independentistas de Cataluña siguiendo estrictamente las normas del reglamento de la Cámara, ha dado lugar a un paso audaz que podría llevar a la concreción de un gobierno progresista encabezado por Sánchez.
La colaboración se materializa a través de la cesión de diputados. En este sentido, el partido Sumar prestará a ERC dos de sus miembros, posibilitando que los republicanos cumplan con las condiciones necesarias para obtener su propio grupo parlamentario. De manera similar, se espera que el PSOE haga lo propio con Junts, según fuentes cercanas al partido, aunque aún no se ha confirmado oficialmente. Esta cesión de diputados permitiría a Junts alcanzar el 15% de los votos en Cataluña, si se considera la comunidad autónoma en su conjunto, tomando en cuenta las cuatro circunscripciones en las que se han presentado.
Este movimiento estratégico se enmarca en una negociación en curso, con el objetivo de lograr el apoyo de los independentistas catalanes para la formación de un gobierno progresista dirigido por Pedro Sánchez. La colaboración entre diferentes partidos en este contexto demuestra la complejidad y la importancia de las alianzas políticas en la conformación de la escena gubernamental. A medida que se desarrollan las negociaciones y se confirman las cesiones de diputados, el panorama político en España continúa evolucionando, influyendo directamente en el futuro del país y en la viabilidad de la investidura de Sánchez.
