¡Viva el Rey!

En los Premios Princesa de Asturias celebrados ayer viernes, el discurso del Rey volvió a ser un halo de esperanza frente a la oscuridad que se cierne sobre la política española.

Como en octubre de 2017, con aquel discurso emitido el 3 de octubre, el Rey ha vuelto a poner los puntos sobre las íes ante los oscuros pactos que se están negociando entre el PSOE y los grupos políticos cuyo objetivo no es otro que destruir España.

Fue aquel 3 de octubre el momento de inflexión ante la desesperanza por un golpe de Estado perpetrado desde las instituciones y la inacción del gobierno de Rajoy. Mientras la población demócrata esperaba una defensa de sus derechos y libertades, Moncloa estaba desaparecida. La nefasta gestión del 1 de octubre, de la consulta ilegal, por parte del gobierno del PP dejó vendidos tanto a la policía y guardia civil como a la población civil constitucionalista.

Fueron días de desasosiego, de miedos e incertidumbres, de retiradas de fondos a entidades que tuvieran su domicilio social fuera de Cataluña, de violencia contra la democracia, de ruptura de familias y amigos. Días en los que nuestros mayores recordaban lo peor que habían vivido, aquella guerra civil y posguerra que tanta ruina y división trajo a nuestra sociedad.

Seguramente nadie que no estuviera en Cataluña en aquellas fechas, en las anteriores y posteriores, puede hacerse una idea del sufrimiento, de la persecución y de la violencia que padecía la sociedad civil constitucionalista y los partidos que la defendían. Nadie puede hacerse una idea porque en una democracia como la española nadie puede pensar que se permita tal nivel de destrucción de derechos y libertades, de persecución, acoso y violencia.

Y llegó el 3 de octubre y el memorable discurso del Rey Felipe VI abogando por la unión, por la defensa de la democracia, la defensa de los derechos y libertades que tanto nos costó conseguir. Y fue un rayo de luz ante tanta oscuridad. Y nos sentimos, por primera vez, protegidos, apoyados y defendidos y lo fue por la más alta institución de nuestro país, la Jefatura de Estado.

Y ayer volvió a pasar lo mismo que aquel 3 de octubre. Algunos me diréis que no es ni comparable lo acontecido entonces con la situación actual. Y yo os contestaría con un rotundo sí. Porque, aunque sea más sibilino, estamos ante un nuevo golpe a nuestra democracia esta vez apoyado y protegido por el gobierno en funciones. Porque la amnistía es borrar todos los delitos que cometieron, los atropellos, la violencia y las persecuciones. Y no sólo borrar sino convertir a los delincuentes en víctimas y resarcirles, además, económicamente. Y mientras tanto a las verdaderas víctimas del golpe nos abocan no ya a una muerte civil, sino se nos señala como los “represores”, los “fascistas”, unos parias en nuestra casa.

Por eso es tan importante el discurso de nuestro Rey, nuestro mayor orgullo en estos momentos, y su firme declaración a favor de la unidad frente a la división. Y por eso, el separatismo señala a la Corona, porque sabe que es el freno a sus delirios de consumar el nuevo golpe.

Y, antes de acabar estas líneas, he querido buscar entre los líderes constitucionalistas, entre los que no incluyo al PSC, las reacciones al discurso del Rey. Y, lo sorprendente o no, es que sólo han reaccionado los liberales de Ciudadanos a través de un mensaje en rrss de Carlos Carrizosa.

Ni el PP que parece estar evitando ofender al separatismo quizá previendo que tras unas nuevas elecciones necesitarían y pactarían su investidura con ellos; ni Vox que sigue la misma línea que el PP quizá porque así lo tienen pactado o quizá porque prefirieron desaparecer a estar en Cataluña aquel 2017. Es verdaderamente lamentable que no se hayan volcado en apoyar al Rey mientras él apoya la unidad, la libertad y la igualdad de todos los españoles.

En estos momentos no caben equidistancias, los verdaderos demócratas, republicanos o monárquicos, hoy deben gritar todos al unísono ¡Viva el Rey!