Tras seis días de lucha constante contra las llamas que comenzaron a devorar la isla de Tenerife la noche del 15 de agosto, se reporta una evolución “favorable” en el estado del incendio. Sin embargo, existen zonas de preocupación, especialmente en Izaña, en La Orotava, y en Malabrigo, en Güímar.
Los servicios de emergencia, en su rueda de prensa matutina del lunes, han compartido los últimos datos sobre el incendio que han sido actualizados. Según los informes, el fuego ha afectado un área de aproximadamente 13.383 hectáreas, abarcando un perímetro de unos 83 kilómetros. Estos devastadores números han resultado en el desalojo de viviendas y en la acogida de alrededor de 969 personas en centros habilitados, junto con 300 mascotas.
Aunque la situación general muestra mejoras, los equipos de respuesta y las autoridades han hecho un llamado a la precaución en vista de la circunstancia actual. La jefa de Protección Civil y Atención de Emergencias del Gobierno de Canarias, Montserrat Román, ha alertado sobre la presencia de humo cerca del suelo. Ante esta realidad, se ha instado a la población a utilizar mascarillas FPP2, ya que las partículas de humo presentes en el aire son extremadamente finas y pueden representar un riesgo para la salud.
El llamado a la precaución se mantiene, ya que aunque la evolución es positiva en general, las zonas de Izaña y Malabrigo continúan siendo un motivo de inquietud para las autoridades y los equipos de respuesta en la isla de Tenerife. Las labores de contención y extinción persisten para garantizar la seguridad de los habitantes y proteger el entorno afectado por este desafío.
