En el Parlamento autonómico de Murcia, ante una proposición en defensa de los derechos del colectivo LGTBI, el PP ha presentado una enmienda para eliminar del texto la prohibición de las terapias de conversión de orientación e identidad sexual. Una enmienda que se ha aprobado gracias a Vox que ha realizado una intervención en defensa de ese tipo de terapias.
Dificilmente el Partido Popular de Feijóo va a poder mantener la falacia de ser un “partido liberal” cuando vota abiertamente para que este tipo de terapias no se prohiban.
Las terapias de conversión de orientación e identidad sexual tienen como objetivo que las personas homosexuales, personas del colectivo LGTBI, cambien su orientación mediante métodos no aceptados por la comunidad científica. Por tanto, las llamadas “terapias de conversión de orientación e identidad sexual” no son terapias.
Esas llamadas terapias parten de la base que la orientación sexual y la identidad de género puede ser curada o rehabilitada, entendiendo que las personas homosexuales como personas con un tipo de enfermedad o patología de conducta. Los tratamientos de quienes practican esas terapias pueden llegar a ser, en la mayoría de los casos, peligrosas para la salud física y mental del individuo. Chocando frontalmente, además, con los derechos humanos de las personas. La idea que la diversidad sexual es producto de experiencias traumáticas o de una educación anormal – terapia psicológica -, o de una patología – médicas -; o moralmente reprobable – terapia religiosa – , son las bases de la fundamentación de las terapias de conversión.
En la semana que empieza la celebración del Orgullo, el Partido Popular y Vox han vuelto a demostrar su lejanía con la defensas de los derechos de este colectivo, desde una ideología ultra conservadora
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