En los últimos años, Cataluña se ha convertido en el epicentro de los robos de cable de cobre en la red ferroviaria española, con un aumento significativo de estos incidentes que afectan principalmente a las líneas de Cercanías y Regionales. Estos actos vandálicos no solo causan importantes daños materiales y económicos, sino que también interrumpen el servicio de transporte vital para miles de ciudadanos.

Recientemente, un robo de cobre en la estación de Montcada-Bifurcació paralizó el servicio de Cercanías en Barcelona, provocando un caos considerable en plena jornada electoral. La Generalitat y los Mossos d’Esquadra han atribuido la responsabilidad de la seguridad de la infraestructura ferroviaria a Adif, argumentando que es el titular de la infraestructura y, por tanto, debe garantizar su protección1.

Por otro lado, el Ministerio de Transportes ha denunciado la falta de seguridad en Cataluña y ha llevado el caso a los tribunales, buscando a los responsables del robo2. El ministro Óscar Puente ha criticado las acusaciones del Govern acerca de la incidencia y ha señalado la posibilidad de un sabotaje, dejando en el aire que el corte de cable pueda tener otros motivos que no sean económicos2.

La situación es compleja y las opiniones divididas. Mientras algunos apuntan a la Generalitat como responsable de la seguridad, otros insisten en que Adif y Renfe son las víctimas de actos incívicos. Lo cierto es que los robos de cobre se han doblado en los últimos tres años y dibujan una tendencia al alza, con un coste económico y de movilidad elevado para la empresa y los usuarios3.

La solución a este problema requiere una colaboración estrecha entre todas las partes implicadas y una inversión adecuada en medidas de seguridad. Es esencial que se establezcan protocolos claros y efectivos para prevenir estos robos y garantizar la continuidad del servicio de Cercanías, tan crucial para la movilidad en Cataluña.

Y mientras esto no ocurra, mientras unos y otros sigan exculpándose y culpando al otro, los catalanes seguirán sufriendo las desidias de la casta de políticos

El candidato de Ciutadans, Carlos Carrizosa, ha presentado esta mañana el spot de campaña de los liberales. En la línea de la campaña de Cs para estas elecciones, disruptiva e innovadora, con la vuelta a los orígenes, el spot no defrauda.

Carrizosa ha recordado que “Lo que queremos el 12 mayo es detenerlos, a Sánchez con votos, a Puigemont con votos, justicia y algo más…” antes de emitir el spot de campaña que recuerda lo que tantas veces se ha escuchado en manifestaciones constitucionalistas tras el golpe del separatismo en el 17.

Con este spot Ciutadans ha marcado un hito en la historia de la publicidad electoral en España al presentar la primera campaña electoral desarrollada con inteligencia artificial. En este sentido, ha asegurado Carrizosa que “la Inteligencia Artificial es muy útil para mostrar lo que ellos quieren esconder: los pactos de la vergüenza y lo que pasará si no los detenemos: que Cataluña tendrá un referéndum y finalmente la separación del conjunto de España”.

Esta campaña recupera el espíritu original de Cs con un mensaje irreverente, claro, sin medias tintas y que “dice lo que otros quieren esconder”. “Puigdemont ha pasado de prófugo a presidente por la gracia de Sánchez y desgracia de España y Cataluña. Estamos convencidos que la gente quiere detenerlos. Y eso solo lo puede hacer Ciutadans”, ha sentenciado.

El partido naranja ha publicado el spot en sus redes sociales

Detenerlos, con votos, justicia y algo más…

Frente a un Sánchez traidor y un Feijóo del que no te puedes fiar, CIUTADANS.

Frente a los pactos de la vergüenza con el separatismo, CIUTADANS.

Por el futuro de una Cataluña libre y próspera, sólo CIUTADANS.#DETENLOS pic.twitter.com/IktXQjMJKd

— Ciutadans (@CiutadansCs) April 18, 2024

El candidato de Feijóo a las elecciones catalanas, Alejandro Fernández, ha declarado que el PP está dispuesto a pactar con el PSOE-PSC como ya hicieron en el Ayuntamiento de Barcelona

Sirera, concejal en Barcelona y uno de los intermediarios en las negociaciones entre Feijóo y Puigdemont, hizo alcalde al candidato del PSC tras las pasadas elecciones municipales. Collboni ha seguido realizando las mismas políticas en la ciudad Condal que se venían llevando a cabo en los años anteriores en los que co-gobernaba con los comunes de Colau. Además, Collboni sustenta su mandato en acuerdos con el separatismo y sigue llevando a cabo políticas de erradicación del español del Ayuntamiento. Fueron polémicos los despidos de personal interno que no tenía el C1 de catalán, como su cocinero, o las subvenciones que otorga el consistorio a entidades siempre y cuando se presenten sólo en catalán.

Sorprende que el PP catalán acepte las directrices de Génova, en los acercamientos al separatismo y ahora al PSC-PSOE que son los artífices de la amnistía a los golpistas del 17 y que mantienen a Sánchez como presidente del Gobierno.

Lo que parecía que iba a ser un resurgir del PP se está convirtiendo en una deriva, no hacia el centro, sino hacia las posiciones del PP que pactó con Pujol las cesiones de competencias -como educación- en los pactos del Majestic. Un paso atrás en el tiempo que les aleja de ser el freno de los nacionalismos.

Esta situación, los acercamientos a Junts y al PSC anuncian que, pese a que su candidato Fernández decía que nunca iban a ceder, lo harán. Y anuncia también que tras las elecciones catalanas, Fernández será destituido -como ya lo fue Vidal Quadras por molesto al separatismo- como presidente del PP en Cataluña. Manu Reyes, dos de la candidatura cocinada desde Génova para controlar a Fernández, será el ungido por Feijóo para conseguir pactos con el separatismo.