Este domingo Vox celebraba un acto de campaña en Marbella. Al acto, como estrella invitada, se encontraba Giorgia Meloni Presidenta de Fratelli d’Italia, un partido heredero del fascimo italiano. Los vínculos de Vox y Fratelli no son nuevos, ya en 2021 firmaron un acuerdo de colaboración para exaltar los valores que, Meloni, gritó en el mitin de Vox. Como tampoco son desconocidos los vínculos de Meloni con Putin, a quien ha elogiado en diversas ocasiones, como Salvini u otros de los líderes populistas europeos.

La realidad es que, de la intervención de Meloni, más allá de sus proclamas anti aborto, anti derecho a una muerte digna, anti colectivo lgtbi, anti libertad religiosa, anti feminismo, evidencia muchos, por no decir todos, de los 14 puntos que Umberto Eco estableció para identificar al fascismo del futuro.

Esos 14 puntos eran:

• El culto a la tradición. Tradición entendida como una verdad que nos viene dada, inamovible y que impide el avance de las civilizaciones impidiendo el pensamiento libre.
• El rechazo a la modernidad. En consonancia con lo anterior, todo lo que signifique progreso, renovación, avance se entiende como un peligro para la tradición y para el control de masas. Es el rechazo a todo lo liberal.
• El culto a la acción por la acción basado en la irracionalidad del discurso. No es necesario argumentar ni gestar una idea, porque basta con realizar una proclama populista que se asume como dogma de fe. Se actúa sin necesidad de reflexionar porque pensar es una forma de castración.
• Sincretismo, es decir, la no aceptación del pensamiento crítico que es señal de modernidad y, por tanto, un ataque a la tradición e irremediablemente el pensamiento crítico es tachado de alta traición.
• Exacerbación del miedo a la diferencia. El desacuerdo, la discrepància es un síntoma de diversidad y, por tanto, de pensamiento crítico. Una traición.
• Utilización de la frustración individual o social para implantar ese culto a la tradición, rechazo a la modernidad y al pensamiento crítico. Los fascimos nacen y se propagan en situaciones de crisis, sobre todo económicas, buscando un enemigo como responsable de todos los males.
• Nacionalismo, como el único privilegio que ostenta un individuo es haber nacido en un país determinado y con una cultura determinada. Frente a ese nacionalismo, todo aquel que pueda proporcionar una identidad diferente al individuo se visualiza como el enemigo. Y de ahí surgen las proclamas de complot, de contubernios, normalment internacionles. En este caso el antieuropeismo. Aunque la amenaza puede ser también interior, como en la alemania nazi se señaló a los judíos.
• Los seguidores del fascismo deben sentirse humillados por la riqueza de los enemigos.
• No hay lucha por la vida sino vida para la lucha, expulsando así el pacifismo.
• Fuerte presencia de elitismos aristocráticos y militaristas, predicando un elitismo popular.
• Culto al heroísmo como norma.
• Proyecta su voluntat de poder a cuestiones sexuales. “Este es el origen del fascismo, que implica desdén a las mujeres y una condena de las costumbres sexuales no conformistas, desde la castidad hasta la homosexualidad”.
• Populismo cualitativo. En las democracias los individuos tienen derechos pero el mero hecho de existir como individuos, los llamados derechos fundamentales. En el fascimo, los individuos, en tanto que individuos, no tienen derechos y el “pueblo” se concibe como una entidad cualitativa y monolítica que expresa la voluntad común. Hay que someterse a ella, sin ningún atisbo de pensamiento crítico o diversidad.
• El fascismo habla de “neolengua”. La neolengua inventada por Orwell en 1984. La utilización de un léxico pobre y de una sintaxis elemental, son una de sus características, con la finalidad de limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico.

Estamos asistiendo, en esta campaña andaluza, a la visualización de un proyecto que coincide en muchos puntos con lo establecido por Eco. Aunque parecía que hasta ahora Vox había optado por esconder una parte de su filosofia identitaria, es evidente que en esta campaña está poniendola al descubierto.

Unas consignas que se encuentran muy alejadas de los derechos fundamentales que recoge la Constitución española y que se representan en la bandera de España. Posiblemente desconocen que la rojigualda que ondean en sus actos tiene un significado totalment contrario a sus postulados.

Serán los andaluces, al final, los que decidan si quieren abrir la puerta en su gobierno a las posiciones totalitarias y populistas o prefieren un gobierno moderno, de progreso, liberal y europeista como el que ha lanzado a Andalucía hacia los primeros puestos de la economia, innovador en la defensa de los derechos fundamentales incluídos los del colectivo LGTBI.