La moción presentada por Ciutadans en el Parlamento de Cataluña, ha obtenido el voto favorable de todos los partidos de la cámara, excepto del PSC y de VOX que han votado en contra
Por primera vez en España un Parlamento reconoce los derechos de los trabajadores sexuales que lo ejercen de forma libre y voluntaria y sin ser víctimas de prostitución forzada o de redes de tráfico de personas con fines de explotación sexual
La moción, presentada por Ciutadans, es consecuencia de una interpelación presentada por los liberales la semana pasada y que fue defendida por la diputada Anna Grau
El texto de la moción a la que ha tenido acceso El Europeo, considera que es necesario “atender y garantizar los derechos de las personas que ejercen la prostitución, incluyendo sus derechos laborales y sociales como el derecho a la salud y a la vivienda” En la actualidad, la normativa no permite a las trabajadoras sexuales darse de alta de autónomos o exigir un contrato laboral con los derechos que ello conlleva. La carencia de normativa aboca, a las personas que eligen esa actividad económica, a ejercerla en la “clandestinidad” sin tener derechos como indemnizaciones por despido o desempleo. Esa carencia de cobertura legal provoca, en muchas ocasiones, que sean víctimas de mafias.
La moción rechaza la criminalización de la prostitución, y lo deja claro en el texto en el que se recoge “Se rechaza la concepción que promueve la criminalización del trabajo sexual voluntario, dado que todo tipo de criminalización acaba afectando desproporcionalmente a las personas que la ejercen, aumentando el estigma que les aleja de los servicios y recursos que necesitan y contribuye al desplazamiento del trabajo sexual a la clandestinidad o a otros territorios, com mayor riesgo de explotación y tráfico de seres humanos”
A la sesión parlamentaria ha asistido la presidenta del Sindicato OTRAS de trabajadoras sexuales, Concha Borrel, que ha participado en la rueda de prensa posterior junto a la diputada de Ciutadans Anna Grau. El Sindicato OTRAS lleva años luchando, primero para que se les reconociera como sindicato, lo que consiguieron en los tribunales con una histórica sentencia del Tribunal Supremo que declaraba legales sus estatutos y que tenían derecho a sindicarse. Y son unos férreos defensores del libre ejercicio de la prostitución en sus diversas variantes y los derechos laborales.
Concha Borrel, que ejerce como trabajadora sexual desde 2006, hoy ha vuelto a ser igual de clara y contundente que hace un mes cuando a raíz de la iniciativa del PSOE de abolir la prostitución, declaró “puede que las feministas institucionalizadas quieran entender que es venta de cuerpos pero la realidad es que las trabajadoras sexuales ofrecemos un servicio muy amplio, ‘webcammers’ o ‘performers’, prostitutas callejeras, bailarinas eróticas o acompañantes en una hamburguesería para que el cliente no tenga que cenar en soledad”. Y añadió “Cuando hemos ganado una sentencia en el Tribunal Supremo, cuando hemos conseguido retirar la tercería locativa de la mal llamada ley del sí es sí, el Gobierno progresista y feminista se nos echa encima a las mujeres más vulnerables del espectro laboral con una ley que es prohibicionista. No abolicionista, prohibicionista”.
Sobre la moción del PSOE sentenció “si fueran abolicionistas, si quisieran defendernos, lucharían contra la explotación laboral que nos obliga a trabajar 12 horas en tacones sin contrato laboral. Lucharían contra una patronal sin escrúpulos que se libra de pagar cotizaciones a la Seguridad Social y pagos a Hacienda a las mujeres que les enriquecen”.
Finalmente se ha felicitado ante la iniciativa de Ciutadans y que hayan conseguido la mayoría de apoyos para su aprobación, que abre la vía a poder regularizar la situación de todos los trabajadores sexuales y de tener instrumentos para reclamar sus derechos sociales y laborales.
Uno de los hechos curiosos de la votación ha sido la confluencia de PSC y VOX que con alegatos casi idénticos, han votado en contra. Ciutadans les acusa de “neopuritanismo” de derechas e izquierdas.
Otro hecho curioso ha sido el voto a favor de Alejandro Fernández, que acusó de franquista a la ley abolicionista de Sánchez y que el PP voto a favor. Algo que pone más distancia entre Fernández y la dirección del PP.
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